¿Qué pasa si trabajo mi desesperación?

Desesperación: Pérdida de la paciencia o de la tranquilidad de ánimo,
causada generalmente por la consideración de un mal irreparable
o por la impotencia que se siente de no ver alguna salida.

Los días pasan y parece que el confinamiento no acaba de terminar. 
¡Cuántos retos, inquietudes, sentimientos entremezclados, limitaciones y estrecheces se me han impuesto de fuera! 
De seguro ha habido momentos en que la desesperación ha tocado a mi puerta. 
¿De qué me sirve mirarla de frente? ¿Qué gano con ello?

  1. Promuevo mi disposición positiva. 
  2. Valoro mis esfuerzos.
  3. Pongo mis fuerzas y energías en sentirme un poco mejor cada día. 
  4. Aprendo a pronunciar el lenguaje de la esperanza: posible, novedad, creo, confío, espero, libertad, futuro, vida.
  5. Abro el abanico de las posibilidades y se amplía el repertorio de mis recursos y de mi capacidad de maniobra. 
  6. Desarrollo expectativas positivas y esperanzadoras hacia el futuro. 
  7. Incentivo la confianza en mis propias fuerzas y movilizo mi valor. 
  8. Reconozco que todo túnel tiene salida, que quizás no veo la luz ahora, pero confío en que ya aparecerá.
  9. Descubro lo positivo aun dentro de la contingencia y pongo en movimiento mi creatividad para pensar cosas impensadas. 
  10. Reconozco que necesito aceptar mi realidad, contento o enojado, pues de que la voy a vivir, la voy a vivir. Yo elijo si agradecido o quejoso.
  11. Aprendo a mirar los signos bondadosos de la vida, aun en medio de las dificultades y me lleno de agradecimiento.
  12. Intervengo para favorecer nuevos planes con mayor futuro.
  13. Me doy cuenta de que toda crisis trae lecciones de vida pues las he sentido en mi propia piel. 
  14. Miro las crisis como “pruebas” o “desafíos” que me invitan a ejercitar mi resistencia y mi voluntad de superación, para ser mejor persona. 
  15. Reconozco mi responsabilidad en cuidarme y cuidar a los demás, con las medidas concretas que han dispuesto las autoridades.
  16. Si no encuentro nada positivo de la situación difícil en este momento, confío en que posiblemente más adelante lo descubra y obtendré beneficios.

Darme cuenta de lo anterior, puede invitarme a ver a los ojos a lo que siento que hoy me está desesperando y dar respuesta a algunas de mis inquietudes pasadas o presentes por lo que estamos viviendo. ¡Ánimo!


Por: Lic. Alicia S. de Lamadrid (LED '82)
Desarrollo Humano, Tanatología y Coaching
Email: aliciaslamadrid@gmail.com
Twitter: @aliciaslamadrid


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