La importancia de darme cuenta

 ¿Cuándo reconocí la importancia de abrir los ojos
de una manera nueva y diferente?

¿Cuánto soy capaz de percibir de mí mismo, de mi situación, de mis pensamientos, de mis emociones, de mi persona, de mi vida? ¿Qué detecto? La realidad no es la misma para mí cuando tengo los ojos cerrados a cuando los tengo abiertos. Y lo que vivimos como sociedad me está pidiendo algo.

El darme cuenta me provee de la capacidad de abarcar muchos aspectos de mi ser que constituyen mi realidad: yo mismo, mi cuerpo, mi salud, mis pensamientos, mis emociones, mis actitudes, mi sombra, mi manera de vivir esta pandemia, mi familia, mis amigos, mi trabajo, la naturaleza. Entre más realidad pueda incluir, mayor conciencia tengo. Y entre mayor sea mi grado de conciencia, soy más incluyente y observo cómo las cosas tienen todas que ver con un todo. 

Si me hago preguntas y me doy cuenta de lo que soy, lo que tengo, lo que siento, lo que vivo, cómo interactúo en línea y a distancia, creo más posibilidades en mi mente.

El darme cuenta por mí mismo con frecuencia me llevará a hacer cambios positivos en mi vida. Un ajuste propio a la realidad actual solo puedo lograrla cuando la realidad es correctamente percibida y no me miento sobre la misma. Así resuelvo el cincuenta por ciento de muchas situaciones, puesto que si no me doy cuenta, ¿Cómo voy a hacer algo al respecto?.

Cuántas veces he dicho: No lo vi venir. Lo que sucedió es que no estaba prestando atención. El darme cuenta favorece el intercambio entre mi yo consciente y mi inconsciente, para adaptarme mejor a la vida, un reto muy actual. 

¿QUÉ SUCEDE CUANDO ME DOY CUENTA?:

  • Aprendo a conocer más mis reacciones.
  • Soy más coherente entre lo que pienso y hago.
  • Vivo sin dobleces ni máscaras.
  • Expreso mis emociones con su nombre.
  • Encuentro opciones diferentes.
  • No sucumbo tan fácilmente al poder.
  • Llevo a cabo acciones que me hacen sentir bien.
  • No me convierto en esclavo de mis posesiones.
  • Busco la paz y la armonía para mi corazón. 
  • Aprendo a aceptar más a las personas, tal como son.
  • No necesito controlar ni manipular a los demás.
  • Confronto con valentía y sin agresividad lo que sea necesario.
  • Vivo en una relación más servicial hacia el prójimo.
  • Pongo manos a la obra en lo que necesito cambiar o mejorar.
  • Me siento más sano y con más plenitud de vida.
  • Cambio lo que puedo cambiar y acepto amorosamente lo que no puedo.

Necesito aumentar mi estado de alerta para obtener así mayor conciencia de cada experiencia que vivo, reflexionar y aprender de ella y enriquecer así aún más mi vida personal. Hoy, la vida me lo pide más que nunca.

Por: Lic. Alicia S. de Lamadrid (LED '82)

Desarrollo Humano, Tanatología y Coaching
Email: aliciaslamadrid@gmail.com
Twitter: @aliciaslamadrid


¿Te gusta escribir?
Te invitamos a participar en nuestra sección Artículos ExaUDEM en donde puedes compartir con el resto de la comunidad de exalumnos, tu experiencia sobre cualquier tema de interés general como desarrollo personal y profesional, educación, finanzas, negocios, tecnología, salud, etc.
Para participar solamente manda tu artículo a exaudem@udem.edu.mx.
Los artículos son publicados en nuestro sitio web, redes sociales y el Boletín ExaUDEM.
Consulta aquí algunos de los que hemos compartido.

Comentarios