Recordando a nuestros muertos

Quitémonos las sandalias

porque el sitio que pisamos es terreno sagrado.

Hoy como ayer, la muerte constituye para nosotros una ocasión estrujante para interrogarnos sobre nuestro destino.

Cuando muere un ser querido, en los primeros días del deceso, dejando a un lado el dolor, hay que tomar muchas decisiones que conciernen su despedida. El funeral, las misas y la colocación de las cenizas o el entierro, celebradas con quienes lo amaron, constituyen momentos privilegiados para recordar al que partió y honrar juntos su memoria.

La forma en que vivamos estos ritos tendrá un significado especial para los que nos quedamos y para la resolución de nuestro duelo en el futuro.

Todos hemos vivido la confusión que rodea la muerte de un ser querido, o hemos acompañado a personas queridas en este proceso tan doloroso, dándonos cuenta de lo que ayuda y lo que no ayuda en esas situaciones y la importancia que tiene dedicarle tiempo a despedir al que ha partido de una manera especial.

Me encontré algunas frases que pueden iluminar la oscuridad de la partida de un ser querido; frases para degustar y saborear, confiados en que y a través de ellas recibiremos consuelo en el dolor.

La muerte se puede vivir con fe y rodeados del amor que la persona que ha partido se merece. Que podamos decir adiós sabiendo que su recuerdo y sus enseñanzas pueden permanecer por siempre en nuestros corazones.

ALGUNAS FRASES PARA MEDITAR:

• La muerte no puede arrebatarnos lo que llevamos en el corazón.
• No estamos solos.
• Sabemos que nuestras lágrimas sanarán.
• Necesitamos un tiempo para pacificar y serenar nuestro espíritu.
• Y podemos sentir desde lejos el tacto de la bendición del ser amado.
• Uno puede acordarse de su alegría...
• Hay muchas personas que nos acompañan en el dolor de la partida.
• Abandonarse es la entrega al misterio de la muerte y la fe nos confirma que hay Alguien esperando en la otra orilla.
• Las horas de dudas pasan. Hay que esperar la luz.
• Y solo nos bastan tu amor y tu recuerdo.
• La gratitud es el corazón de la memoria.
• Recordar a los muertos es elegir la continuidad de su compañía.

Por: Lic. Alicia S. de Lamadrid (LED '82)

Desarrollo Humano, Tanatología y Coaching
Email: aliciaslamadrid@gmail.com
Twitter: @aliciaslamadrid

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