Despolarizando el ambiente

En el mundo polarizado que vivimos es fácil atrincherarse y unirse al grupo con que menos diferencias tenemos; en ocasiones alienando amigos y colegas de muchos años con los que anteriormente convivíamos y trabajábamos sin problemas.

Es una deliciosa tentación, dejarme llevar por la frustración o emoción del momento, porque se siente como que estoy marcando el cambio y haciendo una diferencia. Sin embargo, a largo plazo me hago más daño alienando a aquellos con los que convivo día a día, por un sistema político que ni siquiera me reconoce como persona.

Por lo que he observado en los últimos 20 años, el impacto más grande sobre los cambios en el poder y la clase política que tiene el mando, es en los muy ricos y los muy pobres; para los que estamos en medio la vida sigue. Si, con mas impuestos, sueldos estancados o lidiando con más inseguridad, pero al fin y al cabo nos ajustamos y seguimos… Igual tenemos que pagar nuestras cuentas, igual tenemos que presentarnos todos los días a trabajar, igual tenemos que navegar el tráfico y las minucias que completan nuestros días.

Si en vez de estar peleando unos con otros, tomáramos acción y nos comprometiéramos cada uno, por ejemplo, a hacer voluntariado con jóvenes en riesgo, está comprobado que una hora al mes con un buen modelo a seguir, puede ser la diferencia entre que terminen en pandillas, y entre los que completen su educación y se conviertan en miembros productivos de la sociedad. 

O tal vez, podríamos empezar con algo más sencillo, como dejar de pasarnos el semáforo en rojo cuando no hay nadie que me vea, o pagar la multa de tránsito completa en vez de ofrecerle mordida al oficial de tránsito, o dejar de contratar el sistema de cable pirata de Estados Unidos… Tal vez si cada uno hiciéramos esos pequeños cambios en nuestra vida diaria, las siguientes generaciones entenderían que vale la pena hacer las cosas bien, y que para avanzar no ocupo transar.

Nuestras conversaciones girarían menos en torno de votar por el menos corrupto, y más en torno a lo que estamos contribuyendo para mejorar a este México al que tanto hemos maltratado. 

Siempre va a haber diferencias en cómo lograr un objetivo, pero cuando somos honestos y sinceros con nuestras intenciones al final encontramos la mejor manera de trabajar juntos.

Gabriela García-Williams (BAHL '93 / LCIC '00)

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