Leer y escribir: Haciendo, rompiendo y volviendo a la conexión
La base en los procesos de la adquisición de la lectura y la escritura es el lenguaje. En el tema de la formación de lectores y escritores, los padres y maestros deberán conocer las etapas por las que atraviesan los niños en edades tempranas.
En este artículo, se narra la historia de Paty una niña de preescolar que comienza su vida escolar haciendo conexiones importantes con la lectura y la escritura de una manera natural, al iniciar el primer grado, Paty pasa por un proceso escolarizado en donde rompe esas conexiones poderosas; finalmente vuelve a hacerlas con ayuda de su maestra de segundo grado.
Haciendo la conexión
Paty era una niña ávida para el uso del lenguaje: a los 5 años de edad era considerada una lectora y una escritora. Sus padres no podían señalar el momento en el que Paty había comenzado a leer y escribir, pero estaban seguros de que el que estuviera “lista” para iniciar su proceso del desarrollo de la lectoescritura se debía básicamente al hecho de que le habían leído en voz alta todos los días, había visto a sus padres leer y escribir, le habían permitido “leer” las ilustraciones a sus muñecas, “escribir” sus propias historias haciendo garabatos en hojas blancas, ellos le había escrito recados y la habían motivado a #escribir# cartas a sus familiares y amigos.
Sin ningún tipo de instrucción formal, Paty tuvo un acercamiento natural y positivo, además de que pudo hacer conexiones entre la lectura y la escritura. Sabía que ambas cosas debían tener sentido y ayudaban a comunicar mensajes significativos y divertidos. Y entre mejor lectora fuera, mejor escritora sería, y entre más escribiera, más leería.
Cuando Paty tenía 5 años, escribió la siguiente historia para su abuela:
Paty
Transcipción:
(Había una vez una niña que se llamaba Sara y Sara era una princesa hermosa. Un día Sara dijo: “Estoy aburrida y mejor me voy a ir del mundo para encontrar aventuras. Voy a ir al espacio por mi aventura”. Sara subió a una estrella y fue al espacio. Si quieres saber más de las aventuras de Sara, lee el próximo capítulo.)
Paty
Si observamos a detalle la historia de Paty, podemos apreciar que después de 5 años de escuchar historias, observar la escritura, y tener la oportunidad de crear oralmente su lectura y su escritura Paty ha logrado:
1. Desarrollar el sentido y la estructura de una historia. Paty utilizó la estructura adecuada iniciando con “Había una vez”, desarrollando un problema “Sara dijo: estoy aburrida”, describió a un personaje “Sara era una princesa hermosa”, utilizó un lugar para desarrollar la historia “el espacio” y finalizó su historia con un final que continuará.
2. Categorizó las palabras y los sonidos de las letras en su mente e inventó la ortografía de dichas palabras.
Omitió vocales
ermsa hermosa
Sar Sara
mndo mundo
sbio subió
capitlo capítulo
Utilizó palabras difíciles
aburda aburrida
abentua aventura
esteya estrella
prosimo próximo
Utilizó el sonido de las letras
yamaba llamaba
estoi estoy
voi voy
ves vez
ce que
cieres quieres
Omitió el final de algunas palabras
Sar Sara
enconta encontrar
le lee
la las
3. Utilizó la puntuación y elementos de una buena escritura. Paty utilizó los dibujos de las caritas felices para indicar el fin de un enunciado. Escribió el nombre de Sara con mayúscula e inició la historia con mayúscula. La historia está escrita de izquierda a derecha y hay espacio entre la mayoría de las palabras.
4. Tenía un sentido de audiencia y escribe sobre lo que le importa y le interesa. Al final se dirige al lector, motivándolo a continuar leyendo su historia. Es importante mencionar que el nombre de la abuela de Paty (a quien iba dirigida esta historia) es Sara.
Antes de que Paty pusiera un pie en la escuela para su instrucción formal, ella ya tenía una clara idea de cómo deben escribirse y escucharse las historias. Hizo lo que los buenos escritores hacen, utilizó su conocimiento previo y sus experiencias personales con los libros y la lectura para crear su propia historia. Paty la niña que escuchaba a sus padres leer en voz alta todos los días se había convertido en la niña que escribía sus propios cuentos. Su lectura y escritura emergió de manera simultánea y natural. Tenía que ser así.
Durante sus años en el preescolar, Paty continuó leyendo y escribiendo en casa. En la escuela ella y sus compañeros platicaban a la maestra las historias, mientras ella modelaba la escritura y los motivaba a continuar escribiendo sus propias historias.
Paty entendió que la relación entre la lectura y la escritura radica en que ambas tienen sentido, cualquier niño que haya crecido con oportunidades significativas con el lenguaje, las letras y los libros, entiende que hay un propósito para leer y para escribir. Porque la lectura y la escritura nos ayudan a comunicarnos, a divertirnos y a pensar. El autor y el lector están relacionados de igual manera y Paty con seguridad podía ser cualquiera de ellos dos.
Rompiendo la conexión
Así pues llegó el primer día de primero de primaria, Paty era una lectora y una autora natural, sin embargo en los primeros dos meses, la conexión positiva se había roto.
¿Cómo? Por cambiar el proceso de la lectoescritura de uno en donde Paty podía encontrar conexiones positivas entre la lectura y la escritura, en donde la comprensión y el sentido es lo más importante, a uno en donde los conceptos son aislados, poco significativos y fragmentados en letras, sonidos y palabras sin sentido.
Después de algunas evaluaciones, al inicio del primer grado Paty había caído en el debajo del 80% de las competencias de lectura y escritura. Estos son algunos de los ejercicios y actividades de lectura y escritura que Paty tuvo que hacer ese año:
1. Completar ejercicios de discriminación visual entre figuras geométricas y letras mayúsculas.
2. Circular la figura que se encontraba al revés.
3. Reconocer letras mayúsculas y minúsculas.
4. Trazar líneas de izquierda a derecha.
5. Copiar del pizarrón figuras y letras.
6. Escuchar los sonidos iniciales de palabras aisladas.
7. Circular dibujos que inician con la misma letra.
8. Hacer planas de letras y figuras.
9. Escribir palabras dejando un dedo de espacio entre cada una de ellas.
10. Copiar poemas del pizarrón poniendo atención en los trazos de las letras.
Después de 2 meses sin escuchar una sola historia de su autor favorito. La abuela de Paty le pidió que le escribiera una historia. Esto fue lo que Paty escribió:
El gato
El gato es una mascota.
Paty
La conexión natural y positiva que Paty había hecho estaba rota. Paty ya no estaba enfocada en los propósitos de comunicación y sentido del lenguaje; ahora se enfocaba en escribir un texto sin errores en donde utilizaba solamente las palabras que conocía y podía escribir correctamente. Su enfoque estaba también en el buen trazo de las letras y en dejar el suficiente espacio entre las palabras. Cabe mencionar que Paty escribió esta “historia” varias veces puesto que la borró y la volvió a escribir. Cuando se la entregó a su abuela, le dijo que no sabía si estaba bien. El esquema de comunicación oral y escrita de Paty estaba dañado, más no destruido; sabía que su historia no era aceptable para sus propios estándares.
Paty terminó el primer grado como una lectora y escritora negada, que insistía que no podía leer o escribir correctamente; pasaba más tiempo borrando y corrigiéndose que disfrutando de estas actividades. Aunque recibió buenas calificaciones y caritas felices en sus planas, Paty se había convertido en una lectora y escritora para la escuela (contestando ejercicios, haciendo planas, corrigiendo etc.)
Volviendo a conectarse
La maestra de segundo grado de Paty pudo reconocer la frágil condición en la que se encontraba esta niña con alto potencial para convertirse en una lectora y escritora exitosa. Así que desde el primer día del segundo grado, la maestra ofreció a Paty muchas oportunidades para regresar a la lectura y escritura real y significativa.
En dos semanas Paty:
1. Escuchó a su maestra leerle en voz alta, rimas, poesías y canciones.
2. Narró oralmente una historia en rima.
3. Preparó un show de magia junto con otros cuatro compañeros, en donde publicaron posters y anuncios.
4. Escribió las instrucciones de “Cómo desaparecer una moneda”
5. Escribió la historia de un libro a partir de las ilustraciones
6. Leyó una variedad de libros adecuados y significativos para ella durante el tiempo de lectura independiente
7. Escribió notas para intercambiar con los alumnos de sexto grado.
8. Copió la letra de su canción favorita en su diario de “Canciones y poemas”
9. Escribió en su diario sobre lo que le había pasado en sus vacaciones.
10. Escribió e ilustró su propio libro y cuando estuvo listo se lo entregó a su abuela Sara.
Con la ayuda de una maestra sensible y que conocía sobre las mejores prácticas de la enseñanza de la lectoescritura, Paty pudo conectarse nuevamente de una manera natural y positiva con el lenguaje y convertirse en una lectora y escritora, no solo para la escuela, sino para la vida.
En el ejemplo de Paty se observa claramente cuáles son las prácticas que la beneficiaron en el proceso de convertirse en una lectora y una escritora. Es importante que reflexionemos acerca de las etapas en donde se encuentran los niños en edades tempranas y que podamos proveerlos de manera consciente e intencional con experiencias significativas, gratificantes y que favorezcan las conexiones entre la lectura y la escritura, con el fin de formar lectores y escritores exitosos, no solo para la escuela, sino para la vida.
Por: Myrna Laura García Lozano (LED ´03)
Estudiante del Doctorado en Filosofía con Orientación en Comunicación e Innovación Educativa. Maestra en Educación de Instituciones Internacionales por Framingham State University en Massachusetts, USA. Formación profesional en el campo de las Ciencias de la Educación por la Universidad de Monterrey y la Educación Preescolar por la Secretaria de Educación Pública. Especialista en el área de lectoescritura con experiencia en capacitación y consultoriía en instituciones educativas del sector privado. Escritora y autora del libro El Rincón de los Cuentos: Leer y escribir a través del juego por Editorial Font. Experiencia docente y de administración educativa en instituciones privadas de nivel de preescolar y primaria.
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