Inteligencia emocional en las organizaciones
Gladiomar
Hernández S
Director / HumanGrowth
gladiomar@humangrowth.mx
Facebook: Gladiomar Hdz LifeCoach
88-500-694
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Un poco de historia
El coeficiente intelectual (CI) es una
variable resultante de la valoración de las habilidades cognitivas de una
persona en relación a su edad. Durante mucho tiempo fue un factor determinante
en el destino de varias personas porque, según el resultado se podría
considerar los niveles de inteligencia, y así mismo los trabajos que podía
ocupar el individuo.
Fue en 1920 cuando Edward Thorndike,
psicólogo de profesión, comenzó a buscar nuevas formas de inteligencia y crea
el concepto de Inteligencia Social, la cual corresponde a la “habilidad
para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas y
actuar sabiamente en las relaciones humanas”.
El libro “Tus zonas erróneas”(1976) del
Dr. Wayne Dyer cuestionaba el coeficiente intelectual como variable para
evaluar si una persona era inteligente o carecía de ella.
Posteriormente en 1983 el Dr. Howard
Gardner incursiona en las inteligencias múltiples, donde sugiere que la persona
tiene 7 tipos de inteligencia que nos relaciona al mundo las cuales son: la
inteligencia lingüística, lógica, musical, visual-espacial, kinestésica,
interpersonal e intrapersonal.
A pesar de que se tenía estas
definiciones, los expertos se encontraban en la problemática de entender,
porque una persona que tuviese un CI alto, o tuviese desarrolladas las
inteligencias múltiples; era capaz de cometer actos tan violentos sin algún
precedente de violencia en su historial, o de personas con un CI bajo podían
lograr llegar a metas altas, o de tener comportamientos asombrosos en
circunstancias difíciles.
El Dr. Peter Salovey y el Dr John Mayer,
psicólogos norteamericanos en 1990 introdujeron el término “Inteligencia
Emocional”, y fue realmente Daniel Goleman investigador y periodista del New
York times, quien colocó el concepto en la atención mundial con su libro “La
inteligencia emocional” (1995).
La inteligencia Emocional
Como vemos el término tiene una
trayectoria de casi 20 años desde Goleman, y más de 90 años desde la
inteligencia social; esto nos llevaría a pensar que somos expertos en el tema,
o que es un concepto tan transparente para todos por la cantidad de años
transcurridos desde sus primeros pasos; pero la realidad es otra, la
inteligencia emocional se encuentra en muchas partes subvalorada, siendo que si
pudiéramos incursionarla en nuestra vida como cualquier otra habilidad y la
practicáramos, ejercitándola para su desarrollo, tendríamos una sociedad más
sana emocionalmente y con un crecimiento y desarrollo avanzado.
Bueno pero ¿Qué es la inteligencia
emocional?, Goleman la define como el conocimiento de nuestras propias
emociones para saberlas manejar, permitiéndonos auto motivarnos y así mismo,
reconocer las emociones en los demás, proporcionando relaciones sanas en todas
las dimensiones de nuestra vida.
Ser inteligente emocionalmente nos da
autenticidad, aspiraciones y genera individuos responsables de su vida y de su
entorno.
Las emociones son sentimientos que
afecta los pensamientos y a su vez en nuestro estado psicológico y biológico
así como nuestras acciones. Las bases científicas del término son Neurológicas,
Pedagógicas, Psicológicas y Sociales.
La expresión “la información da poder”
la hemos escuchado en varias ocasiones en medios de comunicación, lo
interesante de la frase es que si la usáramos con nosotros podríamos realmente
tener el poder de manejar nuestras emociones, sentimientos y pensamientos,
logrando una inteligencia emocional para obtener una comunicación asertiva y
relaciones sanas en lo profesional, personal, familiar, y social.
En el diagrama nos presenta que la
inteligencia emocional es un balance entre nuestro pensar, sentir y actuar.
La
inteligencia Emocional en las Empresas
Como vimos previamente, las personas
intelectualmente más brillantes no es garantía de éxito ni en los negocios ni
en la vida privada; esto hace que el coeficiente intelectual falle como
predictor de desempeño.
Un déficit de inteligencia emocional en
las empresas repercute creando en un clima laboral conflictivo, rotación,
faltas, proyectos inconclusos, metas inalcanzadas, personal irresponsable, etc.
Muchas son las consecuencias dentro de una empresa, el desbalanceo de las
emociones, ya que el desarrollo del ser humano depende del manejo de sus
emociones y las empresas están administradas, operadas, o soportadas por seres
humanos; entonces si ellos están desbalanceados, la empresa en su proceso se
desbalanceará sin poder alcanzar los objetivos que se propone.
¿Qué implica en mi empresa?
- Una Cultura Organizacional débil, esto se da porque los valores, hábitos y normas de una institución carecen de congruencia, dejando un liderazgo ejerciendo con una Inteligencia Emocional baja.
- Crecientes conflictos entre el empleador- empleado y resistencia al cambio, se carece de aceptación y la inseguridad (laboral, personal, económica) son variables que se tienen presentes.
- Falta de comunicación entre el empleador y sus empleados. En la comunicación necesitamos pasar varias barreras y para lograrlo, se necesita la inteligencia emocional.
- El trabajo en equipo implica emociones, sentimientos y acciones en sincronía para poder lograr los objetivos con las personas del equipo, y para ellos se necesita la congruencia del individuo.
En las empresas, se requiere evaluar las
aptitudes técnicas así como las competencias que le ayudarán a lograr
objetivos, productividad, eficiencia y eficacia, como son:
- Comunicación Asertiva (Saber escuchar y comunicarse verbal y escrito
- Dispuesto al Cambio (Adaptabilidad y respuestas creativas ante los obstáculos)
- Auto liderazgo (Dominio personal, confianza en uno mismo, motivación para trabajar para alcanzar un objetivo)
- Trabajo Colaborativo
- Habilidades de Negociación
¿Qué
necesito saber para la contratación de un empleado, adicionalmente a las
aptitudes académicas del puesto?
Aptitudes personales:
- Autoconocimiento (Conciencia emocional, autoevaluación, confianza)
- Autorregulación (Autocontrol, confiabilidad, adaptable al cambio)
- Motivación (Propositivo, compromiso, liderazgo, optimismo)
Aptitudes Sociales:
- Empatía (Diversidad e Inclusión)
- Habilidades sociales (Comunicación, Negociación, Agentes e cambios, trabajo en equipo)
Estas aptitudes son necesarias para que
un empleado trabaje para la obtención de los objetivos, con un ritmo armónico
para el crecimiento de la persona y por consiguiente de la empresa.
Con esto concluimos que las empresas
necesitan darle la importancia a la inteligencia emocional si quieren que su
empresa crezca integralmente y constantemente. Puede a veces dejar de ser
tangible a simple vista, solo porque sea intangible al primer momento no deja
de ser importante; Afortunadamente, y como lo prueban los últimos estudios en
conducta humana y neurociencia, todos tenemos el potencial de mejorar nuestra
inteligencia emocional en cualquier momento de nuestra carrera, y de igual
manera a nivel empresarial. Recordemos que del Iceberg solo vemos una parte
pequeña, la parte más grande se encuentra abajo, y cuando se destruye la parte
de arriba de un iceberg vuelve a emerger por la raíz, de la misma forma es la
inteligencia emocional, emerge como el iceberg.
¿Y Tú estás desarrollando la
inteligencia emocional de tu empresa? De las fortalezas de tu personal será tu
empresa, así mismo de sus debilidades.
Bibliografía:
- Dyer, Wayne. (1976). Tus zonas erróneas
- Goleman, Daniel. (1995). Inteligencia emocional
- Goleman, Daniel. (1999). Inteligencia emocional en la empresa
- Goleman, Daniel. (2001). Cuando lo inteligente es tonto en La inteligencia emocional.
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