Tu historia, tu UDEM: Adriana Zavala Treviño

Adriana Zavala Treviño
Matrícula: 000191641
Carrera: LIN
Generación: OT 2010 – OT 2014

Durante mi paso por la UDEM hubo muchos momentos que marcaron mi vida, tanto en el aula como fuera de ella. Pasaba tanto tiempo en la UDEM, que se convirtió en mi segundo hogar (aunque se podría decir que era el primero ya que, entre clases y actividades extracurriculares, pasaba más tiempo en la UDEM que en mi casa). Me es difícil elegir mi recuerdo favorito. Por lo que he decidido abordar el elemento en común que tienen todas las memorias de mis años como estudiante de la UDEM: la entrega al servicio de los demás.

 “El hombre sólo se realiza al servicio del hombre” es un pensamiento profundamente poderoso. Es increíble que cada uno de los momentos que viví en la UDEM está repleto de actitud de servicio. Desde alguien que ayuda a un estudiante al que se le cayeron sus libros en el pasillo, las personas de limpieza que se encargan de tener los salones impecables, el bibliotecario que ordena los libros para que estén disponibles cuando un estudiante los requiera, las personas que cuidan que los jardines de la UDEM se vean siempre bellos, un maestro al que no le importa quedarse un momento más después de clases a explicarte algo que no entendiste, las guías que se desviven por darte una lección sobre liderazgo transformador en el Programa de Honores, un grupo estudiantil realizando actividades de desarrollo social, entre muchos otros. Esto es vivir al servicio de los demás. Algunas pueden verse como pequeñas acciones, pero ¿imagina qué poderoso sería que todos nos propusiéramos hacer 5, 10 o 15 pequeñas acciones de servicio diariamente? Podríamos cambiar el día de alguien o incluso su vida.

Estoy agradecida porque en la UDEM me transmitieron esa necesidad de entregarme al servicio de los demás todos los días. Fueron tantas experiencias las que viví que este modo de pensar se fue convirtiendo en un hábito para mí y es ahora un estilo de vida. Hoy estoy convencida de que sólo sirviendo a los demás puedo alcanzar la realización personal y el fin último de todo ser humano: ser feliz.

Estoy orgullosa de ser exaUDEM porque es un sello que te distingue a donde quiera que vas. Me siento comprometida por vivir los valores UDEM día a día y que mi vida sea un ejemplo de servicio y entrega por la comunidad. Gracias, querida UDEM, por haber enriquecido mi vida de tantas maneras y por ser pieza clave en la formación de la mujer que soy el día de hoy.

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