Tu historia, tu UDEM: Federico García
Federico B. García S.
IMT ‘10
Mi historia, mi UDEM
En el primer semestre de mi carrera (otoño del 2004) no había planeado participar en alguna actividad extracurricular, ya que planeaba enfocarme a la vida académica únicamente. No contaba con que conocería a una muy buena amiga en mi clase de Cálculo Diferencial, quien influyó mucho en mí para que participara en un proyecto llamado Misiones Solidarias.
Yo no me consideraba una persona con muy buenas habilidades sociales, pero me dejé llevar para salir de mi zona de confort. Entré a esta clase un poco temeroso hasta que conocí a mis líderes de grupo, quienes fueron forjando una confianza increíble en cada uno de nosotros para poder ayudar y solidarizarnos en barrios que se encontraban en Mina y García, N.L. El equipo en el que participé constó de 6 personas (3 hombres y 3 mujeres), cada uno con un carácter y personalidad diferentes, pero que fue parte de la fórmula exitosa para lograr sinergia. Nos eligieron para visitar y permanecer en Barrio 7, Mina, N.L. por varios días en casa de una increíble familia con la que hicimos un nexo invaluable.
Llevamos a cabo visitas a muchas casas de ese barrio, celebraciones religiosas y otras convivencias, lo cual nunca pensé que pudieran lograr un grupo de desconocidos. Nos compenetramos como equipo cada una de las personas que fuimos elegidos para esa misión y logramos con esfuerzo, honestidad, respeto y espiritualidad que muchos de los habitantes participaran con nosotros. Es indescriptible el lazo que logramos con la comunidad y con la familia que nos recibió, ya que al finalizar el tiempo destinado para esta encomienda, varias personas de nuestro equipo y yo rompimos en llanto junto con los vecinos de Barrio 7.
Misiones Solidarias me llevó a un mundo totalmente fuera de mi realidad, donde hice muy buenas amistades y emprendimos un viaje donde lo que trascendió no fue el lugar ni los kilómetros recorridos, sino el camino espiritual que emprendimos, además de la transformación que experimentamos. Ciertamente no alcanzan las palabras para describir el intercambio de sentimientos que surgieron en la relación de los habitantes de esa comunidad con el equipo de la UDEM, pero les aseguro que marcaron mi corazón y mi alma eternamente para formar parte del ExaUDEM que soy actualmente.
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