Errores comunes que cometo al relacionarme

Cuando mis relaciones no van bien, tiendo a culpar al otro. Necesito responsabilizarme por lo que hago yo. Me ayuda mucho revisar los errores que cometo al relacionarme con los demás:

  • Ponerme siempre en primer lugar. 
  • Querer estar de acuerdo en todo con todos.
  • Fijarme nada más en lo negativo del otro.
  • Ser terco y pelear por las mismas cosas una y otra vez. 
  • Generalizar: Tú siempre y tú nunca. Yo siempre y yo nunca.
  • Olvidar los detalles de atención para el otro. 
  • Presumir constantemente mis logros y ver para abajo a los demás.
  • No dedicarle tiempo a la relación y descuidarla.
  • Ahogar con excesivas demandas.
  • Jugar el juego de las comparaciones. 
  • Agobiar a los demás con mis penas y dolores.
  • Tomar continuamente todas las decisiones o hacer todos los sacrificios.
  • Suponer cosas que no son hechos. 
  • Ser egoísta.
  • No hacerle caso a los problemas hasta que se vuelven cada vez peores y más difíciles de solucionar.  No hacer nada. 
  • Creer que puedo leer la mente. 
  • No darle su importancia al equilibrio: dar y recibir.
  • Muchas quejas que acaban alejando. 
  • Jugar al concurso: “tú dices algo, y yo digo algo peor”. 
  • Traicionar un secreto.
  • Tener expectativas muy altas de la otra persona. 
  • Esconder las cosas. Basar la relación en la mentira y la desconfianza.
  • Querer cambiar al otro, a fuerzas.
  • Crear y mantener patrones de comunicación insanos. 
  • Olvidarse del perdón. No reparar el daño ni hacer esfuerzos por cambiar y mejorar.
  • Descargarse con el otro. Echarle la culpa de todo lo que sucede.
  • Tener una visión desechable de la gente. Cuando no me sirven más, los cambio. 
  • Comportarme como una roca. No mostrar mis sentimientos ni abrir mi corazón para no verme vulnerable. 
  • Querer que el otro sea perfecto, no humano.
  • Rigidez de pensamiento, inflexibilidad. Entercarme en que el otro es el que está equivocado.
  • No ponerme en sus zapatos.
  • Enjuiciar. Creer que sé todo lo que hay detrás de lo que le pasa a la otra persona.
  • Prometer y no cumplir.
  • Utilizar el chantaje sentimental como arma de convencimiento. 
  • Pensarme el salvador del otro. 
  • Maltratar las relaciones.
  • Querer cobrar factura por algo del pasado. 
  • Provocar situaciones en que genero roces y en que me lastiman.
  • Echar más leña al fuego.
  • Permitir la violencia física o emocional. 
  • Tener conductas inadecuadas: Ordenar, imponer, amonestar, amenazar, aconsejar, dar soluciones, juzgar, criticar, ridiculizar, humillar, avergonzar, interpretar, diagnosticar, hacer bromas pesadas, etc.
  • Distorsionar lo que el otro dice. 
  • Mostrar lástima.
  • Hacer pleito de cualquier cosa.
  • Presionar o dejarme presionar.
  • Reprimir sentimientos hasta explotar. 
  • Monopolizar las conversaciones.
  • Alentar el chisme.
  • Ser “conchudo”.
  • Posturas extremas de todo o nada. 
  • Hacerme la víctima.
  • No escuchar, interrumpir a los demás y no dejar que terminen sus oraciones. 

¿Algunas frases hicieron eco en mi mente? 
Lo que quiera trabajar, ya dependerá de mí. ¡Ánimo!


Por: Lic. Alicia S. de Lamadrid (LED '82)
Desarrollo Humano, Tanatología y Coaching
Email: aliciaslamadrid@gmail.com
Twitter: @aliciaslamadrid


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