Trascender cuesta... ¿Trascender acaso no es de humanos?

Solo puedo recordar que, desde que tengo conciencia, siempre se me pidió que la responsabilidad, la tenacidad y el esfuerzo fueran la parte central de mi vida. 

Cada año, cada día, solo pensaba que cumplir, estudiar, participar, sobresalir era mi obligación, mi tarea. 

No ha habido un día de mi vida en que sienta que puedo dejar esa carga de responsabilidad a un lado. No se puede, no se permite. 
Y desde los estudios, los primeros trabajos, el servicio becario, las prácticas profesionales, el trabajo después de graduarse, la oportunidad en el extranjero, donde descubriendo mucho, aprendiendo tanto y llevando una vez más el esfuerzo de la mano del cansancio, sobreviví y crecí. 

Y un día regresa la idea de ser más, de trascender, de no conformarse, y una vez más a luchar, a crear, a fundar mi propio colegio, el sueño de mi vida, el sueño que ha costado mucho y no económicamente, sino el tiempo, las ideas, el amor, los sacrificios. 

Aún no puedo ver claramente como estos nueve años se diluyeron, se me fueron de las manos. ¿La infancia temprana de mis hijos... dónde ha quedado? ¡Eso también se ha sacrificado! 

Quienes no saben lo que todo esto significa, nunca entenderán por qué esto me ha llenado de alegrías, de tristezas, de orgullo, satisfacción, ansiedad y tantas cosas más. 

Un día te das cuenta de que, si exiges a los demás, a los que te rodean, no parece justo, te odian. Si en cambio no exiges, se burlan, te consideran débil. Si creces, te envidian. Si te equivocas, te critican. Si haces algo sobresaliente, nadie lo nota... y entran las dudas a la mente, al corazón, a la vida. 

La contradicción llega a mi cabeza. ¡A mí me ensenaron a ser ejemplar, a sobresalir, a no equivocarme...pero a mi alrededor veo mucha gente que hace lo contrario... no puedo, no entiendo! Cuando yo exijo a otros lo mismo que me he exigido a mí misma, parece que hablo en un idioma desconocido. ¡Los demás justifican a quien se equivoca, le apoyan, le consideran y tratan de “aminorar” los errores, como si no importara! 

Errar es de humanos, todos nos equivocamos, ¿pero por qué entonces algunos no tenemos tanta oportunidad de cometer errores? ¿De conformarnos? ¿Será acaso que venimos de otro planeta? ¿Será que no somos humanos? 

¿Qué es mejor? ¿Qué es más correcto? ¿Porqué unos pasan la vida trabajando a medias? ¿Y otros trabajando doble? Unos se “resbalan” junto con sus errores, y otros al mínimo error sienten resbalar de la vida. Y yo estoy ahí. Yo soy de esos últimos, que no pueden aceptar que la vida pase de largo como nada, y no sé si algún día podría ser diferente, pasar a ser parte del otro “grupo” que lleva la carga más ligera... despreocupados, que solo tiran la moneda al aire, ¡esperan y viven!

Diana Karina Corral Alanis (LED '01)
Master intervención Dificultades del Aprendizaje (ISEP/ Univ. Vic)
Certificada Maestra Bilingüe y en Inglés como 2a Lengua por TEA (Texas Education Agency)
Maestra de primaria y líder de grado en las escuelas públicas de Texas ( 5 años)
Fundadora y directora de TEKS Institute y Little Genius kindergarten (Reynosa, Tam.) desde el 2008 a la fecha.
Participante en Congresos de Trastornos del desarrollo (Espectro autista).

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