Tu historia, tu UDEM: Siria Treviño

Siria Treviño
LL '12
De médico a humanista

8 años en la UDEM no se olvidan rápido. Me tocó ver su cambio, le tocó ver mi cambio. Decir que la UDEM me vio crecer suena un poco extraño, como si a la escuela le salieran ojos por doquier y me observara dormir en el CCU o bajo las escaleras de la biblioteca. Kinda creepy. Pero hablo de la UDEM no como una institución viviente, porque no es sólo eso. La UDEM fueron los maestros, mis compañeros, y todo lo que aconteció a mi alrededor desde la prepa.

Sin duda, el momento más significativo fue de ese difícil lapso de todo joven que apenas abandona la adolescencia: “¿Qué quiero hacer de mi vida?”. Pretendí seguir por la vena de la familia y entré a Medicina. Era interesante, pero no me apasionaba lo suficiente.
Cierto día conocí a un chavo que cursaba la Licenciatura en Estudios Humanísticos y Sociales llamado Víctor. Él me invitó al Domus Litteratum, me recomendó algunos libros y me presentó a algunos profesores, entre ellos a la maestra Julieta Leo; y me comencé a colar a algunas de sus clases de la carrera.

Llevaba dos meses en mi carrera de Medicina cuando empezaron a entrarme las dudas “¿Realmente es esto lo que quiero hacer de mi vida?” Cuando estaba en secundaria me veía en el futuro terminando Medicina y optando por la especialidad en Psiquiatría ¿Eso quería en realidad? Desde los 13 años me había interesado por la literatura, pero venir de una familia de médicos, quisiera o no, tuvo demasiada influencia en mi decisión ciega de estudiar Medicina.

Así pasé un tiempo viviendo una “doble vida”, llevando mis clases de Medicina y atendiendo un poco a lo que me pasaban con respecto a las humanidades. Entonces mis ganas de entrar a LEHS se volvieron serias. Conocí al director de carrera José Luis Solís, quien me explicó el plan de estudios, las oportunidades de trabajo, las habilidades a desarrollar y todas las actividades relacionadas. Yo no digo que me convenciera, sino que hablar con él reforzó mi decisión.

Hablé con amigos y profesores sobre un cambio de carrera. Algunos me alentaron, otros me advirtieron sobre una mala decisión: “Tienes potencial para quedarte en Medicina”, “No vas a encontrar trabajo”, “Sólo hay trabajo de maestra, mejor estudia Educación”, “En Medicina te puede ir muy bien por tus papás”, entonces temí decepcionar a mis padres.
Después de mucho pensarlo, de ponerme la soga de la tortura pensando a diario, me dije “¡Ya, basta! Voy a salir del clóset literario”. Y con todo el miedo del mundo, les confesé a mis padres que ya no quería estudiar Medicina. “Me van a regañar, los voy a decepcionar”, pensaba, sin embargo, para mi sorpresa, me mostraron todo su apoyo ¡Qué mejor!


Entré satisfactoriamente a LEHS, y cuando abrieron la carrera de Letras me cambié sin pensarlo. Y ahora estoy aquí, con un trabajo excelente, feliz de hacer lo que me apasiona día a día, orgullosa de ser egresada de Letras, de ser ExaUDEM y de haber tomado la decisión correcta que me marcó para ser quien soy. 

Comentarios

G.I. Xtudio ha dicho que…
¡Excelennte, Siria! Las legiones de Cthulhu y las ánimas de Poe están de plácemes, salud!