Cantando a la vida
“Cuando el hombre entra en contacto con Dios,
las palabras
se hacen insuficientes.
Se despiertan esos ámbitos de la existencia
que se convierten espontáneamente en canto."
Karl Gustav Fellerer, musicólogo alemán.
Se despiertan esos ámbitos de la existencia
que se convierten espontáneamente en canto."
Karl Gustav Fellerer, musicólogo alemán.
Con un espíritu entusiasta, Marcelo Guerra (IQA '85) siempre se ha
distinguido por su participación en actividades de la UDEM; durante su estancia
como estudiante, fue presidente de la mesa directiva de DICNE de 1983 a 1984,
miembro del IMIQ (Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos), participó con el
equipo de futbol americano de Troyanos durante la temporada que quedaron
subcampeones y recibió reconocimientos por su participación en eventos de
difusión cultural.
Marcelo nos cuenta como inició su pasión por la música:
"Cuando empecé la carrera de Ingeniería Química, empecé también la carrera
de dirección musical en la Escuela Superior de Música y danza. Pero, luego del
primer año, me fue imposible continuar con las dos carreras, así que tuve que
elegir. Elegí la ingeniería química, porque me di cuenta en aquel entonces, que
la música se lleva dentro, y sabía que siempre me acompañaría ese gusto y
talento. Así que, puedo decir que literalmente la música me acompaña
siempre..."
Durante esos años, su emoción por la música lo llevó a
consolidarse como compositor autodidacta y ejecutar la mayoría de los
instrumentos de cuerdas, algunas percusiones, e instrumentos de aire. Marcelo
nos comenta: "También participé en todos los festivales de la canción que
pude. Siempre quedábamos en los primeros lugares… ¡una vez logramos puntuación
perfecta! Es decir, todos los jueces nos dieron la máxima puntuación cada uno,
fue una grandiosa experiencia porque en ese año la votación era abierta, es decir,
los jueces levantaban el número de calificación que ellos daban y todo el
público lo podía ver”.
En 1985, ganó el primer lugar con la canción Iniciación,
además de participar como guitarrista en la revista musical “los Hidalgos de
Verona”. Esa obra después fue montada en teatro de la Ciudad donde se presentó
con gran éxito. "Justo en ese evento, fue donde conocí a la famosa soprano
y Maestra Yvonne Garza, entonces estudiante de la escuela superior de música y
danza y de ahí nos hicimos amigos", nos dice Marcelo.
Dentro de su trayectoria, preparó música, letra y grabación
de todos los instrumentos y voces de un álbum llamado “Despertares”, donde
explora la condición del ser humano y su despertar hacia una consciencia más
amplia de sí mismo y de su entorno. En el 2013 descubrió la belleza y
profundidad del canto operístico y Lied Alemán.
En el 2014 participó con el coro del Maestro Patricio Gómez
Junco en la puesta en escena de la obra para coro y orquesta "The armed
man, a mass for peace" de Karl Jenkins, y en Abril del 2015, participó en
el coro de la escuela superior de Música y Danza con la obra para coro y
orquesta de la misa de Réquiem de Fauré. En este mismo año formó parte
del elenco de una adaptación para niños de la opera La flauta Mágica de W.A
Mozart con el personaje de Sarastro.
Marcelo es miembro fundador del Ensamble coral San
Jacinto, grupo coral de 4 voces dirigido por el Mtro. David García, y en junio
de 2016 tuvo su debut con su primer recital “Canto a la Vida” en el Teatro del Centro
de la Comunidad del Campus UDEM.
Sobre su vida profesional, Marcelo colaboró en sus
inicios en el Grupo Alfa, dentro de AKRA: "Ahí, tuve la oportunidad de trabajar
con una empresa como DuPont en Estados Unidos lo cuál era un paraíso para un
recién egresado. Tenían edificios completos dedicados a la investigación
fundamental; por ejemplo, había un edificio completo de Ingeniería con
especialistas de todas las ramas de la ciencia, autores de libros, entre otros.
Por mis logros en esta empresa, estuve en un programa especial de entrenamiento
por un año en Estados Unidos, cubriendo una diversidad importante de nuevas
disciplinas como administración de la tecnología, desarrollo organizacional
sistémico, análisis de problemas complejos, manejo de grupos, creatividad, por
mencionar algunos. Esa experiencia marcó un horizonte de posibilidades que
todavía hoy tienen influencia en mi vida."
Esa primera etapa, le permitió trabajar y desenvolverme con
éxito durante los siguientes 10 años con una empresa japonesa en Estados
Unidos, y después dar un giro de 180 grados para trabajar en lo que en esa
época le llamaban “ciencias de la vida”, enfocado en la Agricultura, en los
temas de nutrición, microbiología de suelos, sustentabilidad y biotecnología.
"Me tocó estudiar mercados y culturas en el mundo, para decidir en dónde
se podía desarrollar sociedades en países como Sudáfrica, Turquía, Egipto,
India, China, y desde luego Europa y Sudamérica."
En el 2006 inició como empresario en la industria de equipos
de alta tecnología; "Después vino el reto mayor, trabajar como
profesionista independiente. Ha sido una experiencia llena de grandes aprendizajes
y logros. Entre ellos, haber desarrollado dos proyectos de tecnología de punta
aquí en México”.
Otra de las pasiones de Marcelo es su interés por las
plantas, "Siempre he tenido una afición por las plantas, pero cuando
empecé a trabajar en áreas de la Agricultura ese interés se volvió una
fascinación – al final, en el planeta, las plantas anteceden al humano por
cientos de millones de años."
En Ámsterdam, con los maestros de las flores, Marcelo
aprendió que el Tulipán era una flor silvestre de Turquía, que cautivó por su
belleza y fue "adoptada" por los holandeses hace más de 400 años. De
ahí, empezó a observar con mayor cuidado las plantas nativas que hay en las
montañas y en los valles de Monterrey, y fue descubriendo que hay un buen
número de plantas y árboles que además de ser robustos a las condiciones
climáticas de la región, florean de manera muy vistosa. "Entonces, me di a
la tarea de estudiar las plantas nativas que florean, conseguir sus semillas,
germinarlas en casa, y luego plantar esos árboles en parques o camellones. A la
fecha, llevo como unos 30 árboles plantados, y sigo intentando propagar algunos
árboles y arbustos que son más complicados", nos comenta Marcelo.
Marcelo considera que ha sido una fortuna poder vivir
aquello que nos dice el libro de Sirácide 26, de “Dichoso el hombre de una
mujer buena”… es decir, encontrar a su esposa Claudia Gil - también ExaUDEM y
formar juntos una familia de 4 hijos (tres mujeres y un hombre) que también
forman parte de la comunidad UDEM ha sido lo más importante de su vida; “disfruto
enormemente a mi familia y el caminar
juntos por este sendero que llamamos vida”.
Entre sus planes futuros, Marcelo tiene varios
proyectos musicalmente hablando, entre ellos es hacer una presentación con el
material de su propia autoría, y seguir perfeccionando el canto para llegar a
montar todo el ciclo llamado “Winterreise” de Schubert, que es un conjunto de
24 poesías con música, y uno de los más famosos ciclos de canciones de Lied
Alemán.
Comentarios