El valor de la vejez
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más se siente gozar del presente como don precioso,
comparable a un estado de gracia."
MADAME CURIE
4 TRAMPAS DE LA VEJEZ (telarañas):
4 BENDICIONES DE LA VEJEZ (luces):
comparable a un estado de gracia."
MADAME CURIE
A fines de febrero del 2016, me pidieron que presentara el libro “EL VALOR DE LA VEJEZ” escrito por cuatro entusiastas señoras de 87, 88, 89 y 90 años, que cuenta con varios CAPÍTULOS:
- alegría,
- salud,
- plenitud de vida y
- los últimos años (dolor y muerte).
Fue un verdadero gozo hacerlo. Les comparto algunas ideas:
- ¿Qué tengo que hacer yo a mi edad, con mis aptitudes, mis capacidades, mis talentos, mi circunstancia, para llegar al final de mi vida con alegría?
- ¿Qué tipo de vejez quiero vivir?
- ¿Qué legado elijo pasar a la siguiente generación?
- ¿Qué estoy dejando detrás de mí? ¿Se me recordará por mi risa o por mis quejas, por mi bondad o egoísmo, por mi capacidad de infundir optimismo por ser aguafiestas?
- El auto-desprecio. Pensar que ya no servimos para nada, que somos una carga, que nuestra vida ya no vale la pena vivirla.
- Encerrarnos, reviviendo nuestros dolores, enfermedades y pérdidas, envueltos en añoranzas, nostalgias, lamentos, amarguras y resentimientos.
- Caer en quejas, chismes, preocupaciones y temores, que no mejoran ni resuelven los problemas de nuestra vida.
- Sentirnos protagonistas y con la obsesión por controlarlo todo, siendo críticos, severos y condenatorios con los demás.
- La vejez es tiempo de cosecha, en la que podemos transmitir la sabiduría acumulada a lo largo de la vida.
- En ella encarnamos la tradición y ciertos principios y valores.
- Disponemos de más tiempo para ponernos a disposición del mundo, que nos está esperando, justo aquí, justo ahora.
- Podemos vivir con alegría y serenidad esta última etapa de la existencia, cuando comprendemos que de lo que se trata la vida es de amar y ser amado.
- Aceptar amorosamente la realidad de nuestra edad y de nuestra historia personal. Enfocarnos en lo positivo de nuestras vidas y preparar nuestro legado.
- Establecer un estilo de vida saludable, con buenos hábitos: cuidar nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón y nuestras relaciones, para vivir una vida más plena.
- Aceptar nuestras sombras, nuestras limitaciones, reconciliarnos con ellas, para disfrutar de paz y tranquilidad.
- Dedicar tiempo a nuestros asuntos sin terminar. Enfrentarnos, llorar, curar las heridas infectadas, apretar. Es doloroso, pero limpia y sana.
- Cuidar nuestra vida espiritual con tiempos de soledad y de silencio interior. Profesar una fe que nos ayude a encontrarle sentido a la vida y a la muerte.
Cuando miramos de frente a la vejez reconocemos que lo que realmente vale no es lo externo, lo que tenemos, sino lo que en realidad hemos llegado a ser. Y eso no se improvisa.
¿Cómo vamos nosotros?
¿Qué tipo de vejez nos estamos preparando?
Libro: EL VALOR DE LA VEJEZ
Alicia Elosúa de Salinas
Bertha Gonda Rivera
Dolores García Tellez de Landa
Olinda Salinas Rocha
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